sábado, 31 de octubre de 2020

todavía no lo sabia

Quiero tomarme todos los cafés del bar contigo
y quedarnos despiertos hasta que se acaben las noches
quiero prender todos tus cigarros.
Yo nunca he sido de fumar
pero de ti me gustan los besos con sabor a tabaco.
Me encanta tu cara de dibujo animado,
mi nariz favorita que no es la mía,
la risa que tienes
tu voz 
tus pu 
tas 
ma 
nos,
me gusta abarcarte en los abrazos 
y pensar que eres como un peluche y que tienes mil
que si te pido uno me lo conseguirías
porque tienes un brazo que llega directamente a los regalos,
si hasta el hombre de la Tómbola te baila el agua,
o el ron que bebes,
o tu café con hielo.
Vas dejando corazones contentos en el trayecto,
y madre mía tu pelo,
es que me muero por acariciarte el pelo
y cuando te quitas la cazadora
o cuando yo lo hago 
y te muerdes el labio entero...
No hablemos de cuando me miras,
ay cuando me miras...
que no se si por la luz o son mentira
parecen la luna llena de lo grandes que son
y me iluminan.
No se de que color tienes los ojos,
pero me gusta mirarlos de cerca aunque no me atreva,
me gusta apoyarme en un árbol,
que cuando me beses me acaricies entera.

Limites

Voy a tatuarme con detalles
por los sitios que he cruzado sin bajarme,
los besos que me diste al marcharme,
el abrazo y la caricia
del te quiero en un adiós.
Voy a limitarme a recordarte
que me encanta como aprietas con las manos
cuando estamos en el sofá tumbados
y giro la cara para mirarte.
Cuando te miro la boca y te guiño,
cuando te ríes y das un trago a la copa,
cuando vuelves y me das besitos de nada,
o cuando Javi dice 
“está con ella que parece un niño”.
Voy a limitarme a recordarte
que me gusta cuando me llamas chinina,
cuando crees que me río porque tengo cosquillas,
que soy feliz cuando me dejas hablar de lo que sea
y tú haces lo mismo.
Voy a limitarme a dar por hecho que estás conmigo,
que es verdad cuando me dices que quieres ser suave,
que no entiendes como no me cogen cariño,
a mirarte cuando te quitas la sudadera
y la tiras en cualquier parte. 



martes, 27 de octubre de 2020

no inmediato

Si no hablásemos tanto de velocidad,
no iríamos tan despacio;
si no hablásemos de familia,
no me sentiría tan dentro de ti;
si no tomásemos tanto café,
dormiríamos más y mejor por la noche
-aunque no como si estuviésemos acompañados-;
si no hablásemos de miedos y límites,
no sabríamos tratarnos tan bien;
si no hablásemos de daños pasados,
no diríamos “todo pasa por algo”,
y no te gustaría mi tatuaje
“porque te hace pensar”.
Si no hicieses bromas con bodas,
no fueses alérgico a mi gato,
no me llevases los viernes en tu coche
y no cantases a Kaydy en alto...
no serías tú y no me gustarías,
a nadie le dirías
que tiene los hombros más fáciles de morder,
que te alegras de la no inmediated 
y que quieres seguir tomándonos todo el tiempo.
Si no me dijeses que Valladolid es mejor a mi lado,
que marchas para volver el viernes y repetir el sábado,
que los domingos necesitas verme antes de volver...
si no fueses tú
y no hubiera pasado todo lo que ha pasado,
no estaríamos hablando,
pero nos conoceríamos desde el pasado
y el universo nos volvería a cruzar.


lunes, 26 de octubre de 2020

de todo se aprende

Siempre me han hecho creer que estaba mal 
todo lo que hacía
que yo era mala, muy intensa, que daba de más,
 que daba de menos, que agobiaba, que pasaba,
que sentía, que no sentía...

y llegaste tú
y vas y me dices que te encanta que coincida que te haya puesto el mismo mote que tu madre,
que soy un tema de conversación en tu mesa,
que el viernes te apetece venir a buscarme a clase,
que pasar tiempo conmigo te gusta,
que por qué no te dan una paga por pasar tiempo conmigo, que así nos pagaríamos todos los cafés del mundo para que estuviésemos muchas noches seguidas hablando sin parar.

Vas y me dices que te gusta mi acento
que te gusta venir a verme...
que por media hora te recorres Valladolid entero,
que a tu primo le caigo bien y que te miró para que me dieses un beso,
que cuando bebes hablas asturiano o gallego,
que por qué no viajo contigo para comer pulpo o un kinder bueno...
Has llegado tú para mandarme que estudie,
reírte de mis borracheras y yo de tu forma de dormir,
contarnos anécdotas del instituto y de la cuarentena,
de que no conocernos antes no ha sido condena,
estamos aquí por algo y no hay ninguna pena...


sábado, 24 de octubre de 2020

Etapas

No siempre me ha gustado dar tanto de mi,
he tenido épocas muy frías
y creía que nadie que no me quisiera merecía mi amor,
pero es tan bonito regalarte mi tiempo
y ver la cara que pones...
No siempre me ha gustado dar tanto de mi,
pero llevo casi un año en la etapa esta
donde el cuerpo me pide dar cariño,
donde no sé quedarme solo en la puerta...
como cuando no decía a alguien que me gustaba,
cuando ponía tiempo a decir te quiero,
cuando me costaba dar la mano por vergüenza,
cuando evitaba mis sentimientos.
Ahora miro de lejos y pienso que como pude pensar eso,
que no sería yo misma sin pensar tanto en el amor como lo siento,
que mi cuerpo no sabe limitarse
y aunque no todo es seguir los impulsos,
es aprender a cuándo darse
y saber que tener sentimientos bonitos es un arte.

jueves, 22 de octubre de 2020

me siento como en casa

Poesía son tus manos gigantes,
tus sudaderas con gotas de café con hielo, 
tus botas militares señalándome,
tus manos arrugando el ticket del sitio,
tus ojos esquivando mi mirada,
tu risa por el retrovisor del medio,
el columpio de mi pueblo donde te sientas,
lo fuerte que empujas y parece que toco las nubes,
que fueses conmigo al instituto,
que no te acordases de mi hasta que me viste,
que digas “marcho” y “me presta”,
que tengas mi acento favorito,
que tus ojos sean tan azules.

La poesía es que nada exista y solo lo piense,
que no queramos poner nombre a este Noviembre,
que solo con mirarte pienses que acerté 
en hablarte de la nada y quedar para vernos aquel viernes.

domingo, 18 de octubre de 2020

El parking del ikea

Me nacen los sentimientos desde dentro como flores
ahora que llega el invierno y que el aire huele
a la gasolina de tu coche
crecen margaritas en mi pelo
y me fijo en que me miras cuando no te miro
porque te da vergüenza coincidir conmigo
y no te atreves ni un segundo a soportarme la mirada.
Se van tus ojos claros como huyendo
tienen toda la vergüenza del mundo acumulada 
y te apoyas en la puerta como tumbado 
mirando al suelo otra vez evitándome
y te ríes 
porque ambos nos estamos dando cuenta
de que estamos alargando la tarde
para no despedirnos
porque no sabemos cómo ni dónde.
Se nos ha caído el café
y hemos alejado las piernas
el lenguaje corporal me dice
que no quieres estar tan lejos pero no lo intentas.
Me encanta que sepas de límites
y que tú también los tengas,
me gusta viajar en tu coche
cenar juntos en el parking del IKEA.

(Sonaba más romántico en mi cabeza,
pero fue una buenísima idea,
pelearse con carros y acabar encajada en el maletero
comiendo un mcflurry 
y el suelo lleno de mayonesa).



sábado, 3 de octubre de 2020

como benedetti

Sigues en mi cabeza como el primer día
solo sueño con tus manos,
tengo los pies 
que te tenía prohibido tocar 
helados
porque echan de menos que estés en mi casa
y te desates el cinturón porque te apretaba 
o cuando te olvidabas la camiseta porque preferías ponerte una mía
quiero que sepas que cuando duermo con tu ropa 
no sueño contigo
porque si sueño contigo,
sueño que te echo de menos
y supongo que al oler tu ropa 
(o imaginarme que huele a ti, porque ya no lo hace)
relleno el hueco que me has dejado.
Me acuerdo del día que te pusiste malo 
y te sentaste en la silla del pasillo,
ahora siempre que paso por delante me acuerdo de ti
 y siento que mi casa ya no es mía ,
 ha pasado a sólo ser tus recuerdos
estás semitransparente y sonriente,
como un fantasma que ha dejado de dar miedo
como el ente de la habitación de abajo que me asustaba y ya no lo hace.
Me acuerdo del día que me aprendí tu color favorito,
que en verdad solo era el que menos te disgustaba,
y me compre gomas de pelo
que olvidaba siempre en tu casa.
Ahora solo me imagino que vuelves
que me cuentas como es tu nueva casa
y que me acaricias el pelo cuando lloro
porque te lloro mucho y a menudo 
me acuerdo como me cuidaste en febrero
cuantas veces me dijiste que no pasaba nada mientras me abrazabas 
que ibas a estar ahí aunque te fueses
y como no estas lo sueño y me lo invento 
y me imagino que me lees aunque no me eches de menos
soy como benedetti que se siente mal si no me cuentas mis cuentos y si lees mis cosas pero no vuelves para decirme que lo has hecho.

Anemocional

 Como una caricia por todo el cuerpo, con el vello de punta y sintiendo el tacto del jersey. Soñando con tu respiración en mi hombro y un te...