Sigues en mi cabeza como el primer día
solo sueño con tus manos,
tengo los pies
que te tenía prohibido tocar
helados
porque echan de menos que estés en mi casa
y te desates el cinturón porque te apretaba
o cuando te olvidabas la camiseta porque preferías ponerte una mía
quiero que sepas que cuando duermo con tu ropa
no sueño contigo
porque si sueño contigo,
sueño que te echo de menos
y supongo que al oler tu ropa
(o imaginarme que huele a ti, porque ya no lo hace)
relleno el hueco que me has dejado.
Me acuerdo del día que te pusiste malo
y te sentaste en la silla del pasillo,
ahora siempre que paso por delante me acuerdo de ti
y siento que mi casa ya no es mía ,
ha pasado a sólo ser tus recuerdos
estás semitransparente y sonriente,
como un fantasma que ha dejado de dar miedo
como el ente de la habitación de abajo que me asustaba y ya no lo hace.
Me acuerdo del día que me aprendí tu color favorito,
que en verdad solo era el que menos te disgustaba,
y me compre gomas de pelo
que olvidaba siempre en tu casa.
Ahora solo me imagino que vuelves
que me cuentas como es tu nueva casa
y que me acaricias el pelo cuando lloro
porque te lloro mucho y a menudo
me acuerdo como me cuidaste en febrero
cuantas veces me dijiste que no pasaba nada mientras me abrazabas
que ibas a estar ahí aunque te fueses
y como no estas lo sueño y me lo invento
y me imagino que me lees aunque no me eches de menos
soy como benedetti que se siente mal si no me cuentas mis cuentos y si lees mis cosas pero no vuelves para decirme que lo has hecho.
No hay comentarios:
Publicar un comentario