Estoy tan cómoda tumbada en tu sofá,
cuando te duermes y respiras a mi oído,
te despiertas y me besas el cuello,
no solo se por eso que te despertaste,
te gusta llamarme por un mote en bajito.
Dependiendo de a qué hora nos tumbemos hay varios planes,
si es por la mañana nos abrazamos
hasta que nos rugen las tripas y desayunamos
o vamos al rastro con tu familia;
si es por la tarde,
nos tumbamos y dormimos,
vemos pelis y estamos abrazaditos,
a veces leo mientras duermes,
a veces me acaricias el pelo cuando duermo.
Si es por la noche
(mi horario preferido)
finjo que me quedo dormida y me dices:
“Niña, ¿quieres que vayamos ya a la cama?”
y finjo que me despierto y vamos a tu habitación,
depende del calor me quito o me pongo ropa,
abro la cama y me tumbo siempre primero,
nos da igual el lado,
ambos solemos evitar ese muelle que se clava en el hombro y que hace ruido si follamos por la mañana.
Nos quedamos acariciándonos a oscuras,
nos besamos un rato largo (o corto, depende)
y nos damos las buenas noches.
“Te quiero” “Y yo a ti”
y hasta mañana,
que me despierto cuando te das la vuelta
y me giro para abrazarte por la espalda,
como dices que te gusta,
y te acaricio hasta que te despiertas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario