miércoles, 5 de febrero de 2025

Anemocional

 Como una caricia por todo el cuerpo, con el vello de punta y sintiendo el tacto del jersey. Soñando con tu respiración en mi hombro y un te quiero en el cuello. No siento nada desde hace tiempo, la felicidad no me conoce y no parece que quiera saber nada de mí. La vida es de un tono gris que ni me gusta ni me molesta y pienso simplemente en quedarme en silencio y no molestar. No quiero ser escandalosa ni bailar ni dar un beso. Aspiro a sentir, a ser más que un esqueleto. La vida se me ha ido entre la punta de los dedos, el estrés, esta falta de paz, todo el amor que sentía me lo han venido a quitar. Soy soy dentro de este cuerpo una yo pequeña que no lucha, que tiene la indefensión aprendida y prefiere quedarse ahí observando. En la quietud contemplativa de Elvira Sastre, donde me pide que no le ponga comas a la calma para que así siga. Una sensación que he tenido durante años cuando me pierdo, cuando la vida me da paz y a la vez miedo. Soy un gnomo en el bosque, soy un ratón pequeño, me escondo en un tronco, que me proteja con sus durezas, las que yo dudo si tengo. Me siento endeble, flotante, etérea, un sueño. El placer de no ser. La pena de no sentir, no temer, no amar. Como Goethe que decía que preferimos sentir daño a no sentir nada y yo ahora no sé ni lo que quiero. 
Un abrazo. Un te quiero. Un te cuido. Un te entiendo.
Buenas noches, aunque no lo sienta. 
Te quiero. 

Anemocional

 Como una caricia por todo el cuerpo, con el vello de punta y sintiendo el tacto del jersey. Soñando con tu respiración en mi hombro y un te...