Quien coño soy
esta piel del color de siempre y el pelo que me tapa los hombros y desconozco al espejo. Yo que siempre tuve el pelo corto, que me maquillaba a veces en exceso (aunque en las fotos siempre me veré guapa). Quien soy yo que habito este cuerpo que no siente y solo nota un corazón que palpita y que todo le da miedo, que todo le gusta y a la vez nada, porque nada le motiva suficiente y nada hace. Quien soy si no me da el sol y me siento poco (o nada) feliz y los abrazos no me incitan al deseo, ni quiero salir de la cama y solo quiero dormir y no hablar. Mantener el silencio constante en mi cabeza, en su boca, en la casa, en los recuerdos de algún momento donde me sentía peor y con incertidumbre, pero sentía.
Los humanos tenemos problemas con eso, preferimos sentirnos mal que no sentir y cuando no hay nada es cuando vemos el problema y ¿cómo salgo yo de esto? Sin creer que soy una impostora, que siempre habrá alguien que diga que hago x por llamar la atención. No quiero la atención, ni el amor, ni la ternura. No busco, porque no me motiva buscarlo. Quiero que si quieren que me lo den, que algo me haga feliz, encontrarle el sentido a mi vida. Yo que veo que nada me gusta, nada que les aporte a los demás. Me gusta la vida básica y tranquila, donde no sentir nada. Me gusta tumbarme a la orilla del Río a escuchar las burbujas, a ver saltar a mi perro en el agua. Odio la confrontación, odio la vida difícil. No quiero nada, porque el que algo tiene tiene una responsabilidad y yo no soy si quiera responsable de mí misma. Yo que me he metido en este abismo incierto y ni salgo ni me quedo. Quién soy, quién soy quien soy. Me defines tú con tus críticas, me definen mis acciones, me define lo que pienso, me define lo que corrijo. Lo que digo, lo que prefiero no decir.
Estoy cansada de algo que desconozco y este desconocimiento es incertidumbre. Daría el hígado o media pierna por tener una agenda con todo escrito, por estudiar cómo exponerme a todo lo que venga. Será por la tendencia a las mentiras para escapar, será que tengo que prepararme la coartada. Alomejor la vida me cambia simplemente si soy sincera. Me duele el corazón cuando lo soy y alguien se decepciona. Piso todas las venas y arterias, mías y suyas, es lo que me parece. Aunque la vida sea absurda y fácil y me guste a veces. Siempre cargo la culpabilidad de alguien que me la transmite. En esa culpabilidad tengo la creencia de que si yo sufro por los demás nadie lo hace y que así es la única forma de que yo, que me veo tan capaz, sea la única responsable de arreglar, de reparar, lo que a ellos no les sale.
¿Quién soy? ¿Una mecánica de sentimientos? ¿Quién soy? ¿Un saco para pagar tu frustración o solo un intento?