¿Es de verdad amor esto que siento?
Como un desaliento,
un demonio arañándome por dentro
y tu recuerdo tan vacío y tan secreto,
como aquellos besos, como esos te quiero.
Esa casa a medio construir, esa relación nunca escrita,
esa mochila vacía,
esos dudosos planes que no se iban a cumplir.
No se cuando cambie,
de donde me saqué estas idas y venidas,
todo aquello que planee algún día,
todo lo que la vida cambia y el verano pisa
y el otoño devuelve,
ahora que no estás,
ahora que este agua está tan fría.
Me dabas unos abrazos con olor a suavizante
que ahora busco en todas partes,
que a veces encuentro entre la gente.
Me dabas besos que asustarían a esos mismos,
que fingíamos irnos,
buscar la sudadera, cerrar una puerta,
buscar algo en un baúl,
fugarnos escondidos y en secreto a hacer la cena,
para hacerme la coleta,
para arrodillarme aunque nunca hacerte señor.
Amor era lo tuyo que me enseñó a sentirme a tu altura,
a sentirme más yo,
a quererte de mi estatura, nunca mayor,
a sacar el carnet a mirar el tuyo a besar tu foto,
a no sentirme pequeña, menor.
El amor era el tuyo que me acariciaba las mejillas
y le hablaba de mí a su madre
y cuando le clavé algo en el pecho siguió viniendo,
porque yo era yo.
Amor es ese sentirme especial que tenía,
donde oculte siempre algo mío
por esperanzas de que cambiaran en otro sitio,
por dejar la puerta abierta,
porque siempre tengo que tener por donde escapar.
No estaba preparada para un amor como el tuyo,
no se si encajábamos en realidad.
Tus abrazos en la cama eran lejanos y fríos,
salir de fiesta era tener que socializar.
Un beso a ti que me cuidaste y te reíste,
yo necesito un intenso dependiente,
que de mí no se quiera separar.
