domingo, 28 de marzo de 2021

de ti de todo un poco

Siento que es el momento ideal para dedicarte esto
para decirte sin filtro lo que pienso, 
lo que sueño y explicarte lo que escribo.
Ahora que ni siquiera miro y escribo sin filtro
y pienso en tu boca como si estuvieses a centímetros.
Siento que cuando me das los besos que me gustan,
esos tuyos tan suaves, con los labios gorditos,
que duran un segundo, pero un segundo largo,
ahí siento que una energía me recorre por la espalda
y te miro cuando me separo y siento más grandes las pupilas
y siento más luminoso el entorno 
y me molesta enfocar a todo lado que no seas tú.
Te miro,
te miro tanto como si quisiera aprender ciertas partes de memoria,
como si tus ojos no me fuesen suficiente,
o tus labios y tu pelo,
busco saber de todo
y probar de ti de todo un poco.

viernes, 19 de marzo de 2021

La chica que llora del tren

Últimamente todos los viajes que hacía en tren me fijaba,
que siempre había una chica que estaba llorando.
Que siempre hay una chica llorando en el tren
y hoy sabía todos sus motivos,
porque la chica era yo 
y no podía guardar más tiempo las lágrimas en casa
y por eso me eche a llorar delante de unas desconocidas
que me miraban con cara de pena
y con cara de que “menos mal que no la tengo que consolar”
como tantas veces yo había mirado a otras chicas.
Ni siquiera lloraba de dolor,
ni de pena, ni de rabia,
lloraba porque tenía tantos sentimientos acumulados desde hace tanto tiempo que se me estaban clavando en las costillas por dentro y me dolía al respirar.
No se por que pero hay temas que siempre me han dolido,
personas que siempre me han dolido,
temas que siempre me han dolido,
recuerdos, cartas, versos, canciones, series, fotos...
que siempre me han dolido
y todas las veces que voy en tren se me vienen a la mente,
no se como cojones lo hace renfe,
pero debería cogerlo más a menudo,
es una especie de terapia de choque gratuita,
a precio de viaje de estación a estación 
donde siempre acabo siendo feliz
cuando soy triste.


lunes, 1 de marzo de 2021

ducha


Me gusta nuestra forma de ser
cuando, aunque sea de broma, nos pedimos permiso,
me parece la forma más romántica y sincera
de mostrarnos interés,
cuando te pido por favor un beso,
cuando me tiendes la mano y me miras
te ríes levemente y me dices:
señorita, me concedes esta ducha
y nos mudamos al vapor del baño,
a contribuir al vaho del cristal.
Me gusta cuando conduces rápido,
cuando te consideras buen ejemplo, 
cuando no te paro de mirar,
cuando me dices que tu familia habla de mi,
cuando me besas las manos,
me crujes la espalda y
me acaricias las muñecas.
Me encanta cuando sin querer sacas mis miedos,
cuando las conversaciones se ponen intensas
y sin quererlo,
solo con mirarme,
con decirme “te quiero con y sin problemas”
me echo a llorar y me acaricias el pelo,
como si nunca pasase nada 
y los problemas se fuesen como si fueran voces,
que rebotan una vez contra mi pared,
pero desde que tú estás ya nunca hacen eco.
Siento que lo que me dices se me clava 
y es un puñal lleno de flores
que llevo desde aquel octubre con la primavera por las venas
y siento que si te quedas 
nos regalaremos tiempo y muchas canciones.

Anemocional

 Como una caricia por todo el cuerpo, con el vello de punta y sintiendo el tacto del jersey. Soñando con tu respiración en mi hombro y un te...