sábado, 21 de marzo de 2020

Candado


Anoche soñé que me besabas
y creo que será nuestro último beso.

Soy de quien cree que pueden no temblarle las manos
cuando nos vemos,
quien tiene la idea del amor justa
para pensar que no lo ha conocido nadie
o que quizás es una invención.

Soy de quien cree que el amor va a trozos,
que no se puede dar de golpe porque cansa,
porque no hay necesidad de dar del todo,
que el amor es solo eso: amor.
Una palabra carente de sentido y sentimiento,
conocida nada más que por meros locos no sinceros,
que desatan su locura a los cuatro vientos
y que no saben vivir sin atención.

Pero es cierto, amor,
¿que ves el cariño con tan poco sentimiento?
¿que sabes no sentir nada cuando me rozas con los dedos?
y pensando todo eso ¿no tienes remordimientos?

No sé dónde quedó la pasión en tu cuerpo
y ahora,
que pasamos de hablar durante horas,
porque dices que no te quieres someter
a la tortura del compromiso,
cuando no existe ese abismo,
en el que tú dices que podemos caer.

Vivir por inercia es por pánico,
tener encadenados los labios,
no querer ser tú quien busque llamar primero.

Pero donde quedó el cariño que sentimos,
sonreírnos cada día en el pasillo,
deja de guardar tus sentimientos,
que no puedo abrir el cajón con ese candado de orgullo,
que encierra toda tu maldita pasión.

No te dejas,
ni te evades,
dices que tus problemas son tuyos y de nadie.
Si gustas no te ayudo,
pero me encantaría deshacerte los nudos.
No creo en el amor mediocre,
ni en las etapas de querer poco para no asustar.

Y dime aunque sea en bajito,
si estás dispuesto a llamarme un ratito
y contarme tus penas,
de verdad que no está tan mal contar lo que piensas,
ni decir que me quieres cuando en tu mente
esa es la realidad.

Anemocional

 Como una caricia por todo el cuerpo, con el vello de punta y sintiendo el tacto del jersey. Soñando con tu respiración en mi hombro y un te...